Los gastos de de compraventa de un inmueble son un compendio de varias actuaciones que pasamos a desgranar y que, en cada caso, le calcula Inmobiliaria Torre del Oro.
Los gastos del notario en el caso del comprador son aranceles regulados por el Estado y varían en función del precio de la venta del inmueble.
La parte vendedora también tiene abonar el honorario referente a los gastos derivados del otorgamiento de la escritura de venta.
Los gastos del Registro de la Propiedad son los honorarios que el registrador cobra al comprador en concepto de inscripción de la compraventa en el Registro.
La parte vendedora también tiene que abonar una cantidad vinculada a los gastos de cancelación de cargas, gravámenes o hipotecas.
El ITP es un impuesto que el comprador debe pagar a Hacienda en el caso de adquirir una vivienda usada. Si se tratase de obra nueva, no hablaríamos de impuesto de transmisiones patrimoniales y sí de abonar el 10% de IVA sobre el valor de la compra del inmueble.
La parte vendedora tiene que afrontar los gastos de plusvalía municipal, que es un impuesto que el ayuntamiento del municipio donde se inscriba la vivienda cobra por la revalorización de los terrenos urbanos en ese período de tiempo que dicha finca ha pertenecido al vendedor.
El IBI es un impuesto que le corresponde pagar al propietario a fecha 1 de enero del año de la operación, es decir, que siempre tendría que abonarlo la parte vendedora, según la Ley.
Sin embargo, la realidad actual nos muestra que vendedor y comprador llegan a un acuerdo por el que cada uno se hace cargo del gasto correspondiente al respectivo período de tiempo que han sido propietarios.
Esto quiere decir que si el comprador firma en Notaría con fecha 1 de agosto, tendría que abonar la cuantía por valor de cinco meses mientras que el vendedor se haría cargo del importe de los siete meses restantes.
La tasación de una vivienda se realiza porque el comprador necesitar solicitar una hipoteca para afrontar la operación, de modo que es el banco quien se encarga de realizar dicha actuación pues es el que concede el préstamo.
El comprador afronta los gastos de tasación ya que, en caso de que no hiciese falta hipoteca para ejecutar la transacción, el valor de la venta lo marca el acuerdo al que lleguen ambas partes y no el tasador.
Los gastos de compraventa no son fijos sino que están sujetos a determinadas variables que influirán en el importe final que haya que pagar.
Inmobiliaria Torre del Oro analiza cada caso de manera particular, de modo que, tanto vendedor como comprador, sepan qué cantidad tienen que abonar en concepto de escritura de compraventa, en qué partidas están obligados y cuáles exentos del pago.